Fenómenos renovables (o repetibles) y no renovables


En demografía se trabaja con dos tipos básicos de magnitudes: las relativas a personas o vidas de personas, y las que se refieren a acontecimientos en la vida de las personas (y que cambian sus características). Tales acontecimientos son también llamados «fenómenos» y una distinción básica en ellos es si pueden repetirse o no más de una vez en la vida.El nacimiento de un hijo, por ejemplo, es un acontecimiento que en la vida de una persona puede suceder varias veces; se trata, pues, de un suceso renovable. La muerte, por el contrario, es evidentemente un suceso no renovable. El matrimonio, en sí, es un acontecimiento renovable, pero el primer matrimonio (que determina una salida irreversible del estado de soltería) es un acontecimiento no repetible, del mismo modo que no es repetible el nacimiento del primer hijo.

La distinción no es gratuida. De hecho, los fenómenos no renovables, justamente porque determinan la salida de un individuo de un determinado estado (vida-muerte, soltería-unión matrimonial, infecundidad-fecundidad) permiten medir el fenómeno con una tabla de eliminación. Tales tablas describen la gradual salida de los miembros de una generación, en cada edad, del estado inicial (vivo, soltero, infecundo) y su entrada en el estado siguiente (difunto, casado, fecundo) a causa del fenómeno estudiado (defunción, matrimonio, nacimiento de un primer hijo).

Los acontecimientos renovables, por el contrario, no pueden ser estudiados con una tabla de eliminación. Un nacimiento, por ejemplo, no determina normalmente la salida de la madre del estado o cualidad de persona fecunda. La descripción de los fenómenos renovables, por lo tanto, debe hacerse con instrumentos conceptuales diferentes, si bien técnicamente afines.

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