Caída de las cifras de extranjeros extra-comunitarios en 2011:
¿Más retorno o más españoles?

Clara Cortina y Amparo González-Ferrer
Consejo Superior de Investigaciones Científicas

 

El INE hizo público esta semana el avance del Padrón municipal a 1 de enero de 2011 (INE, nota de prensa 648.pdf), y la población extranjera empadronada en España se mantiene en 5,7 millones de personas, cifra muy parecida a la del año anterior. Sin embargo, esta estabilidad general contrasta con variaciones muy distintas para cada grupo de origen. Así, en la tabla se observan variaciones relativas sustanciales en los grupos de extranjeros más grandes: 10% menos de ecuatorianos, 7% menos de colombianos, 5,9% menos de peruanos o 9,3% menos de argentinos y brasileños. Por el contrario, otros grupos no latinoamericanos aumentan de tamaño (4% más de rumanos o 2,1% más de marroquíes).

Estas variaciones son suficientemente importantes como para que busquemos una buena explicación. Los titulares de prensa han destacado la reducción de ciertos colectivos de extranjeros, relacionándola con el fenómeno del retorno en época de crisis. En un contexto de elevadas tasas de paro y de inciertas perspectivas para el futuro, muchos extranjeros habrían decidido marcharse de España, a la vez que no estarían llegando nuevos inmigrantes, de modo que el saldo entre entradas y salidas sería negativo. ¿Es realmente esto lo que sugieren las cifras?  Considerando que los datos presentados por el INE se refieren exclusivamente a la cifra de extranjeros empadronados, su variación puede reflejar tanto cambios en su comportamiento migratorio como cambios en su nacionalidad. Es decir, un extranjero puede desaparecer de las cifras de extranjeros en el  padrón municipal tanto si se ha tramitado su baja padronal (a iniciativa propia o por el procedimiento de caducidad) como por haber adquirido la nacionalidad española. Así lo han señalado también algunos expertos consultados por la prensa, como el profesor Joaquín Arango (ver artículo de ElPaís)

A continuación que comparamos las variaciones relativas en la población empadronada entre 2010 y 2011 utilizando el criterio de la nacionalidad, como hace el INE en su Nota de Prensa, tan comentada por los medios,  y utilizando el criterio del país de nacimiento (sea cual sea su nacionalidad).

Variación relativa 2010-2011 de la población
empadronada según nacionalidad y país de nacimiento (en tantos por ciento)

Podemos ahora comprobar, por ejemplo, que los empadronados nacidos en Colombia, República Dominicana, Venezuela, México y Cuba no se han reducido sino que de hecho han aumentado, y a veces de modo considerable. En otros casos, las cifras de empadronamientos efectivamente se han reducido, incluso si utilizamos el criterio del país de nacimiento, pero en proporciones sustancialmente menores a las sugeridas por las cifras de extranjeros: los nacidos en Perú, por ejemplo, se han reducido, pero casi 50 veces menos de lo que sugerían las cifras por nacionalidad publicadas por el INE,  la reducción para los ecuatorianos es ahora 10 veces menor, y entre los procedentes de Argentina es 4 veces menor.

Por otro lado, la variación de los comunitarios, rumanos, británicos o alemanes, no difiere mucho según se considere una serie u otra pues estos colectivos apenas adquieren la nacionalidad española. Por un lado sus incentivos para hacerlo son escasos, pues no necesitan ‘librarse’ de un régimen migratorio exigente que les requiere acreditar constantemente que están en condiciones de renovar sus permisos; y por otro, no gozan de los privilegios otorgados a los latinoamericanos, que sólo necesitan acreditar dos años de residencia legal en España para naturalizarse (frente a los diez años que se exigen al resto de extranjeros, los comunitarios incluidos con la excepción de los portugueses) y que, desde 2008 y hasta finales de este año, pueden además obtener la nacionalidad española por las nuevas vías que abrió la Ley de Memoria Histórica (sobre esto pueden leer más en: http://paa2011.princeton.edu/download.aspx?submissionId=112356).

En resumen, la población extranjera se ha reducido en un 0,3% mientras que la población nacida en el extranjero ha aumentado un 0,8%. También la población nacida fuera de la Unión Europea se ha incrementado en un 0,6%. De modo que no parece haber indicios claros de un proceso importante de retorno de inmigrantes no comunitarios. En el año 2009 se concedió la nacionalidad a 67.243 ciudadanos de países latinoamericanos. No conocemos todavía la cifra para 2010, pero sólo de haberse mantenido la del año anterior, las concesiones de nacionalidad española por distintas vías podrían explicar más de la mitad de la reducción de extranjeros latinoamericanos en el Padrón  entre 2010 y 2011 (109.501).

Ante todo es importante cuando nos referimos al fenómeno de la inmigración ser cautelosos en el uso y la interpretación de los datos estadísticos, y distinguir con claridad entre extranjeros e inmigrantes. En este caso concreto, las implicaciones sociodemográficas y económicas que tendría un retorno masivo de los inmigrantes son completamente distintas de las que tiene la más que posible permanencia entre nosotros de nuevos ciudadanos que son ya españoles de pleno derecho.

Amparo González-Ferrer Doctora en Sociología Científica Titular del CSIC

Clara Cortina Trilla Doctora en Demografía Investigadora JAE-Doc del CSIC