Eugenismo en España


Gregorio Marañón, uno de los más conocidos impulsores de la eugenesia en España

Las ideas eugenésicas llegaron a España, como al resto del mundo desarrollado, a través de intelectuales y profesionales de la medicina o la psiquiatría que estaban al tanto de las corrientes más modernas e innovadoras en sus campos. Más difícil fue que tomase fuerza un eugenismo político que se tradujese en acciones efectivas. Como en todo el ámbito latino, junto a la eugenesia basada en Darwin, convencida de la base genética de los caracteres y las conductas, en España hubo también una eugenesia basada en Lamark, convencida de que el «cultivo», la educación y las condiciones que rodean a las personas también son capaces de mejorar sus características naturales. El caso más notable de este segundo eugenismo es el del anarquismo ibérico, con su reivindicación de la sexualidad libre, la maternidad consciente y el control de la natalidad.

La Eugenics Education Society organizó en Londres, durante el verano de 1912, el Primer Congreso Internacional de Eugenesia, culminando así su labor de creación de un amplio movimiento internacional (cerca de 750 participantes). Al congreso asistió, como representante español, Ignacio Valentí y Vivó, catedrático de Medicina Legal y Toxicología de la Universidad de Barcelona. Su comunicación, presentada en la sección de eugenesia y medicina, se titulaba «The History of a Healthy, Sane Family Showing Longevity, in Catalonia».

También durante 1912 aparece en las listas de socios de la «Eugenics» otro médico catalán, Nicolás Amador (Amador publicó, por lo menos, dos importantes trabajos sobre eugenesia: «Eugénica», en la revista Gaceta Médica Catalana, y «La eugenesia y sus relaciones con la sociología y la economía política», en la revista Estudio de Barcelona) [Alvarez-Peláez 1985, pg. 624).

No obstante, el congreso sólo fue reseñado por dos periódicos españoles, «El Defensor de Granada», de corte liberal, y la «Gaceta del Norte», periódico conservador de Bilbao, que criticó abiertamente las ideas eugenésicas.

Uno de los más famosos entre estos médicos españoles fue Gregorio Marañón:

  • Ferrándiz, A., Lafuente Niño, E. (1999), «El pensamiento eugénico de Marañón» Asclepio 51 (2): 133.
  • Ruíz-Valdepeñas, B. (2008), «Gregorio Marañón y la eugenesia. Consideraciones éticas» en Herreros, B., Gargantilla, P., Bandrés, F. -Eds-, Gregorio Marañón: cumbre y síntesis para el siglo XXI: Fundación Tejerina., pp. 143.

Aunque fueron pocos los pedagogos y docentes que difundiesen el eugenismo, la excepción es Luís Huerta:

1928, El Primer Curso Eugénico Español constituyó la primera plataforma pública de discusión del eugenismo en nuestro país. La represión del régimen de Primo de Rivera, alegando la causa de pornografía y escándalo público, impidió la continuación de las actividades previstas.

Finalmente en 1933, ya en plena República, tuvo lugar el “I Simposio de Eugenesia Española”, clausurado por el mismo Azaña. Asistieron personajes como Fernández de los Ríos, Novoa Santos, Marañón, Ramón J. Sender, Lafora, Jiménez de Asúa, Hilldegart, García Lorca o Rafael Alberti. El año anterior Hildegart Rodríguez había fundado la Liga Española para la Reforma Sexual, integrada en la Liga Internacional para la Reforma Sexual, que fue presidida inicialmente por Gregorio Marañón.

Igual que lo es en la actualidad, el eugenésico era uno de los cuatro supuestos de aborto legal que, de forma pionera y avanzada a su tiempo, se aprobaron en Cataluña con un Decreto del 25 de diciembre de 1936 de la Generalitat. La ley la firmaban Josep Tarradellas, Conseller en Cap del Govern de la Generalitat, Pedro Herrera, conseller de Sanitat i Assistència Social y Rafael Vidiella, conseller de Justicia. Pedro Herrera era un anarcosindicalista que representaba a la CNT en el gobierno catalán.

Aunque algunos historiadores pretenden que el régimen franquista acabó con el eugenismo al eliminar sus iniciativas más innovadoras en materia de planificación familiar, lo cierto es que mantuvo alguna de sus vertientes más inhumanas y discriminatorias, como la que representa Antonio Vallejo-Nájera (ver en este sitio la entrada Eugenismo y psiquiatría militar franquista).


Nota final. Eugenismo y desigualdad:

Tras el eugenismo darwiniano existe una convicción ancestral, muy anterior a Darwin, que considera a las personas desiguales sin remedio y desde el nacimiento. Lo que hizo a muchos identificar eugenesia y progreso fue la pretensión de eliminar la desigualdad, y hacerlo mediante los mecanismos científicos descubiertos por la biología.

Pero la ideología clasista no conduce necesariamente al eugenismo. Una de sus versiones sostiene que la desigualdad no tiene por qué ser evitada, y puede incluso ser conveniente (nunca está claro para quién, pero es fácil deducirlo).

El anti-igualitarismo es por tanto muy anterior al eugenismo, pero no ha desaparecido, todo lo contrario. Basta leer lo que escribía Mariano Rajoy en sus inicios políticos (y ahora no se atreve a decir públicamente):


Raquel Álvarez Peláez y el estudio del eugenismo español

Probablemente la persona que más trabajo ha dedicado a estudiar el eugenismo en España es esta investigadora del Instituto de Historia del CSIC. Sus proyectos más recientes tratan sobre el eugenismo en distintos países hispano-americanos. Apunto aquí sólo algunas de las referencias que he podido consultar personalmente:

  • Alvarez Peláez, R. (2003), Higiene mental y eugenesia, en Frenia, 3(1): 115-122
  • García González, A. y Alvarez Peláez, R. (1999), En busca de la raza perfecta. Eugenesia e higiene en Cuba (1898-1958), Madrid, CSIC. Colección Estudios sobre Ciencia. n 25.
  • Alvarez-Peláez, R. (1993), «Eugenesia y política social», presentada en Mulheres, trabalho e reproduçao. Atitudes sociais e políticas de protecçao à vida (Actas do III Congressso da ADEH), Minho, Braga-Guimaraes, Vol. 2: pp. 321-333.
  • Alvarez Peláez, R. (1988), «Prólogo», incluido en F. Galton, Herencia y Eugenesia. Madrid, Ed. Alianza Universidad.
  • Alvarez-Peláez, R. (1985), «La eugenesia en España», publicado en Mundo Científico, 5 (48).
  • Alvarez-Peláez, R. (1985), «Introducción al estudio de la Eugenesia española (1900-1936)», publicado en Quipu, (2): 95-122.
  • Alvarez Peláez, R. (1985), Sir Francis Galton, padre de la eugenesia, Madrid, CSIC.
  • Alvarez-Peláez, R. (1984), «El Instituto de Medicina Social: primeros intentos de institucionalizar la eugenesia en España», presentada en Actas III Congreso de la Sociedad Española de Historia de las Ciencias Sociales, San Sebastián.
  • Alvarez-Peláez, R. (1984), «Eugenesia e Ideología», presentada en La Ciencia Moderna y el Nuevo Mundo. Actas de la 1a. Reunión de Historia de la Ciencia, Madrid, CSIC.

Textos completos en Internet


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2 comentarios en “Eugenismo en España”

  1. «El anti-igualitarismo es por tanto muy anterior al eugenismo, pero no ha desaparecido, todo lo contrario»

    A propósito de la iguadad.
    Ya estoy harta de oir hablar de igualdad. Es un discurso q está de moda ¿desde el siglo XVIII?. Y es un filón para los políticos actuales, sobre todo para los de tendencia a la izquierda.
    – No soy igual q un hombre. Ni mejor ni peor. Distinta. Lo único q quiero es igualdad de oportunidades.
    – No soy igual q mis compañeras. Creo q aporto bastante en mi trabjo. Y no lo encuentro recogido en mi nómina. Conclusión: el año q viene no trabajaré tanto.
    – No soy igual q mi superior (ni soy igual q mi inferior) en la jerarquía laboral. Y me explico. Partiendo del supuesto teórico de q todos pudiéramos comer adecuadamente, disfrutar de vacaciones haciendo una escapada, tener un coche seguro… digo yo q en algo nos tendríamos q diferenciar: no es la misma responsabilidad la de un ingeniero q diseña un puente q la de la chica q está poniendo el tornillo.¿Cómo se establecen las diferencias? Es q si todos vamos a ser medidos por el mismo rasero prefiero poner el tornillo q asumir la responsabilidad del diseño: me parece q dormiría más tranquila.
    – No soy igual q mis vecinos. Ellos han ocupado un casa y no pagan impuestos. Y están protegidos por un montón de entidades. Yo pago impuestos todos los meses. Los mismos impuestos con los q ellos pueden tener acceso a la sanidad, llevar a sus hijos al colegio, utilizar carreteras en condiciones…
    ¿Tendríamos q plantearnos otro discurso sobre la igualdad?
    ¿Quizás sería más positivo hablar de solidaridad, generosidad o empatía?

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    1. Es posible que los discursos vacíos acaben por vaciar también de contenido a las palabras, en eso estamos de acuerdo. Pero afirmar que algo es una moda… desde el siglo XVIII!!!… eso no cuadra con el concepto de «moda». En cambio el eugenismo sí lo fue, y pegó muy fuerte en cierta época, como muchas otras corrientes de pensamiento muy antiguas que legitiman la desigualdad de partida, al nacer, antes de empezar el juego. Las hay para todos los gustos, basadas en la superioridad de un sexo, un color, una raza, una clase o la familia de origen. Y siguen ahí, en boca de ciertos políticos que no parecen ser los que te molestan. Por ejemplo, Rajoy, con su famoso artículo sobre la envidia igualitaria (http://martinezsoler.com/wp-content/uploads/2014/02/farodevigo_c9a176bd.jpg), con argumentos claramente eugenistas y claramente erróneos para cualquier genetista actual.
      Reivindicar que no se trate desigualmente a las personas por estos rasgos no es una idea caduca. Nadie pretende que todos seamos médicos, sino que todos podamos serlo si queremos hacer el esfuerzo necesario, en vez de ver prohibido estudiar medicina por nuestro sexo o nuestra raza. Reivindicar la igualdad no ha pasado de moda, y no debería confundirse con rechazar la diversidad. Me alegra ver que pese a todo te sigue indignando que te traten de forma desigual sin relación alguna con la manera en que haces las cosas. Y gracias por escribir!

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Julio Pérez Díaz, CSIC. Estudios de población y análisis demográfico