Cálcular la tasa neta de reproducción R0 de las mujeres suecas de los años 1850-1854 si hubiesen tenido la mortalidad de la generación española 1856-1860
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Se trata de una ficción, por la cual pretendemos averiguar con qué intensidad se hubiesen reproducido las mujeres suecas del Ejercicio 9b si su mortalidad hubiese sido diferente a la que tuvieron. En este caso usamos la mortalidad de unas generaciones, las nacidas en 1856-60 en España, que vivian sus años fecundos bastantes años después, ya a finales del siglo (su tabla de mortalidad se proporciona en el Ejercicio 4).
Esta ficción sólo requiere repetir el cálculo de la R0 que ya se ha hecho en el Ejercicio 9b, pero sustituyendo la probabilidad de sobrevivir hasta los 32,8 años (la EMM) con la que se obtiene utilizando la tabla de mortalidad española. Debemos, por tanto, repetir los pasos para obtener EMMpo.
En este caso, tenemos valores en las edades exactas 30 y 35 (ver datos en el Ejercicio 4)
Edad–>Supervivientes (lx)
30 —-> 44.162
35 —-> 41.873
En ese intervalo se han producido 2.289 defunciones (basta restar). Con estos datos, podemos hacer una simple regla de tres: si a un intervalo de 5 años le corresponden esas defunciones, a uno de 2,8 años, ¿cuantas le corresponderán? (es la diferencia entre 30, el límite inferior del intervalo, y los 32,8 años de la EMM)
5 —> 2.289
2,8 –> ¿ (2,8d30)
Despejando así, las defunciones resultan
2,8d30 = 2.289 * (2,8/5) = 1.291
Si ese es el número de defunciones ocurridos en los 2,8 años posteriores a la edad 30, los supervivientes a los 32,8 años se obtienen así:
lEMM = l32,8 = l30 – 2,8d30 = 44.162 – 1.291 = 42.871
Ya sólo nos falta dividirlos por los supervivientes iniciales
EMMp0 = lEMM / l0 = 42.871 / 100.000 ————-> EMMp0 = 0,429
De nuevo, ya estamos en disposición de calcular la tasa neta de reproducción, esta vez hipotética:
R0 = R * EMMp0 = 2,09 * 0,429 ————> R0 = 0,898 (nótese que es inferior a 1, insuficiente incluso para la mera reposición)
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COMENTARIO: Si se compara este indicador con el 1,39 real (el que calculamos en el ejercicio 9b), podrá comprobarse que la sobrada reproducción femenina de Suecia al empezar la segunda mitad del siglo XIX no hubiese sido posible (ni siquiera se hubiese conseguido la reposición de efectivos) con la mortalidad de las mujeres españolas que estaban naciendo en esos años y que tendrían la mayor parte de sus hijos de dos a tres décadas después. El ejemplo ilustra de forma excelente la gran relevancia de la mortalidad en la reproducción, pese a que el discurso y los debates sobre este tema se limitan a manejar los meros indicadores de fecundidad. En este caso, una fecundidad de más de 4 hijos por mujer hubiese conducido, pese a todo, a la pérdida de población.