Abuelos y nietos


Una de las consecuencias menos analizadas del envejecimiento demográfico: se ha generalizado la feliz situación de que los niños vengan al mundo teniendo vivos a sus abuelas y abuelos, y coexistan con ellos muchos años. Dicho en otras palabras, aunque siempre existiera, esa figura familiar sólo se ha extendido y «democratizado» muy recientemente. En mi tesis doctoral tuve la posibilidad de cuantificar la proporción de hijos de cada generación que al nacer ya había perdido a uno de sus abuelos/as, tanto paternos como maternos, y este es el resultado:

Hijos de cada generación que nacen habiendo ya fallecido sus abuelos o abuelas

Más de la mitad de los hijos que tuvieron las generaciones nacidas a principios del siglo XX, nacieron habiendo perdido ya a sus abuelos, y casi un tercio ya no tenían abuela materna o paterna. A ello hay que añadir que muchos de los demás, aunque naciesen teniendo a sus abuelos o abuelas vivos, los perdieron tempranamente. Puesto que estas generaciones tuvieron sus hijos en los años veinte, treinta o cuarenta, podemos concluir que entre las personas nacidas en estos años no era lo normal haber contado con los cuatro abuelos durante la infancia.

La mejora de la supervivencia adulta produce un cambio espectacular en el siguiente medio siglo. Los hijos de las generaciones nacidas en los años cincuenta vienen al mundo teniendo vivo al abuelo paterno o materno en el 85% de los casos, y a la abuela en prácticamente el 95%.

Estos hijos, que nacen allá por los años setenta-ochenta, coexisten además muchos más años con tales familiares, de manera que ya puede decirse, por fin, que lo «normal» es que los niños vivan en familias con esas tres generaciones simultáneas (y esto, conviene insistir en ello, es la primera vez que ocurre en la historia humana). Si te interesa un desarrollo más amplio de estos comentarios puedes leer

Pérez Díaz, Julio (2004) Poder tener abuelos, la normalización demográfica española. Publicado en Geriatrianet.com, Revista electróncia de Gerontología y Geriatría. Vol. 6 Núm. 1 Año.

De hecho, lo que está ocurriendo ya a partir de tales años es que los niños nacen, de forma ya prácticamente mayoritaria, en vida de algún bisabuelo o bisabuela. Son las familias de cuatro generaciones simultáneas las que se están volviendo normales.

Los roles de género y los hombres mayores

El envejecimiento demográfico está sucediendo de forma paralela a la creciente asunción de roles y responsabilidades de los adultos mayores en las familias de sus hijos, de forma cada vez más extensa porque están vivos casi todos y durante muchos más años que el pasado. En un artículo de 2003, Feminización de la vejez y Estado del Bienestar en España, (publicado en Revista Española de Investigaciones Sociológicas), sostengo que los hombres mayores, en este proceso, están experimentando una auténtica revolución en sus roles de género, del mismo orden quizá que el que experimentan las mujeres en las edades jóvenes y adultas.

Vejez y nietos

Antonio Millán Ayudar y ser ayudados a cualquier edad. Servicio Informativo Grupode Bioética de Galicia.

Una muy especial encuesta, hecha en Francia, entrevista a tres generaciones emparentadas, y los resultados dan lugar a un libro muy recomendable:

C. Attias-Donfut, M. Segalen (1998), Grands-parents. La famille à travers les générations, Editions Odile Jacob
– Resumen
– Entrevista a una de las autoras en la revista Construire No 52, 22-12-98
– Las mismas autoras han escrito también Le siècle des grands parents (Editions Autrement)

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Julio Pérez Díaz, CSIC. Estudios de población y análisis demográfico