La atracción del número redondo en la pirámide


España 1900

Fuente: INE, Censo de Población 1900

Te invito a un pequeño ejercicio de observación ¿notas algo extraño en esta pirámide? Seguro que sí, es lo que en demografía llamamos la «atracción del número».

La materia prima de la demografía es el tiempo de vida de las personas. Todo gira en torno al momento en que ocurren dos acontecimientos cruciales y básicos, el nacimiento y la muerte, y al momento histórico en que se producen. El demógrafo debe trabajar con momentos exactos y con las duraciones temporales entre esos momentos; nada se puede afirmar o analizar sobre las poblaciones si no se añade la vez la información sobre «cuándo» y «durante cuánto tiempo» (recomiendo echar un vistazo al diagrama de Lexis, donde se pueden visualizar de forma inequívoca los datos demográficos en un gráfico temporal).

Pero esa exactitud ha estado ausente de la vida cotidiana hasta hace muy poco. Incluso hoy las personas piensan su edad en términos aproximados, no importa si viven en los países más ricos y avanzados, y sólo la referencia a un registro administrativo fácilmente disponible permite resolver nuestras frecuentes dudas. Cuando los Estados modernos desplegaron los sistemas estadísticos oficiales que hoy conocemos, instituyeron el registro civil de acontecimientos, como el nacimiento, la muerte o el casamiento (ver página sobre fuentes de datos), y realizaron los primeros censos, se encontraron con que buena parte de la población tenía una idea muy borrosa sobre su propia duración o, lo que es lo mismo, sobre su fecha de nacimiento (de hecho en los censos aún se incluye la casilla «edad ignorada» en muchos países). Ante la obligación legal de declarar su edad respondían de forma aproximada, redondeando la edad en cantidades acabadas en 5 o en 0. Y cuando son miles y miles de personas las que hacen eso, el resultado es una pirámide como la que podéis ver arriba, con unas sorprendentes barras sobresaliendo a ambos lados y que, obviamente, no se corresponden con la verdadera distribución por edades (tienes aquí una sección dedicada a la estructura por edades y las pirámides; incluyendo un tutorial sobre la manera de dibujar pirámides en excel).

Esta declaración aproximada se ha convertido en sí misma en una pista muy útil fácilmente transformable en indicadores sobre la «calidad» de los censos. Por supuesto puede evitarse la impresión visual simplemente haciendo la pirámide por grupos quinquenales de edad, en vez de hacerla por edades simples, pero en muchos casos, sobre todo cuando se busca relacionar los datos obtenidos de los registros de acontecimientos con los datos de población, es obligado corregir la mala declaración de edad, para lo que existen diferentes métodos. Si te interesa el tema estas son algunas pistas para continuar:


Como todo lo anterior puede parecer muy remoto y muy técnico, añado una cita de un libro que he leido recientemente y facilita imaginar cómo ha sido nuestro pasado respecto a la consciencia aproximada del tiempo.

  • Whitrow, G. (1990), «El tiempo en la historia: La evolución de nuestro sentido del tiempo y de la perspectiva temporal». Ed. Crítica.

En vistas de la lentitud con la que en aquellos días se producían los cambios de perspectiva mental, no es raro que, incluso después de la introducción del reloj mecánico en el siglo XIV, a la mayoría de la gente, incluidos algunos de los personajes más cultivados, le interesara mucho menos que a nosotros el paso del tiempo en su vida cotidiana. Un ejemplo sorprendente nos lo proporciona Jean Fusoris, un famoso fabricante de instrumentos astronómicos que, en 1415, durante la invasión de Francia, hizo arrestar Enrique V, bajo sospecha de traición. Al ser interrogado dos veces en un solo año, en la primera ocasión pretendió tener «cincuenta años más o menos» y en la segunda «sesenta más o menos»!

En Inglaterra, los registros parroquiales que contenían la fecha del nacimiento fueron institucionalizados por la ley en 1538. Antes, cuando se debía determinar formalmente la edad de alguien, se tenía que hacer en presencia del sheriff del condado y un «jurado», compuesto por gente del lugar, que conocía a la persona indicada. Se seguía este procedimiento cuando se reclamaba que una pequeña propiedad heredada había cumplido la edad, o cuando se creía que era necesario determinar legalmente que alguien, fuese hombre o mujer, había alcanzado la edad necesaria para contraer matrimonio. Por supuesto, la indiferencia ante el tiempo que generalmente se atribuye a la gente medieval no era absoluta. Ya hacia el año 1200, hubo numerosos indicios de presión económica sobre el tiempo e incluso dos siglos antes parecía que los campesinos y artesanos de Fleury tendían a ignorar los días de fiesta por la necesidad de trabajar sus campos

5 comentarios en “La atracción del número redondo en la pirámide”

  1. Efectivamente, después de construir la pirámide poblacional de la provincia de Ávila de 1752 (con datos del Catastro de Ensenada), veo que existe una fuerte distorsión de las edades que acaban en 0, sobre todo de 30 a 70. ¿Se podría «corregir» esta situación realizando una media móvil de, por ejemplo, 5 años?
    Gracias

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  2. Excelente artículo, como siempre. Me gustaría invitarle a la Universidad de Jaén para ilustrarnos sobre algunas cuestiones de actualidad. Yo soy profesor de Geografía Humana, y tengo asignatura de Población. Saludos cordiales

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    1. Jose, muchas gracias por el comentario, son estos detalles los que me animan a seguir con ApdD pese al trabajo que supone. Sobre tu invitación también me siento muy honrado, cuéntame más sobre las fechas y condiciones y lo hablamos. Un saludo y gracias de nuevo

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  3. Gracias por el artículo sobre la mala declaración de la edad en los censos (y también en las encuestas). En mi país, también ocurre eses fenómeno de la «preferencia de dígitos terminados en «cero» o en «cinco» en la declaración de la edad. Revisaré los textos sugeridos. Sin embargo, Cuál sería el método recomendado para su evaluación y corrección? Gracias.

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