Imagen: Hospital improvisado con cientos de pacientes contagiados por la gripe española de 1918-1919. Autoría y propiedad de Getty Images
Por Raúl Lozano Alonso, enfermero en Atención Primaria. Cursa actualmente el Máster en Pandemias, Salud Global y COVID-19 del CSIC.
Cuando la humanidad sufre una vivencia devastadora como la que está aconteciendo con la pandemia por el SARS-COV-2 a nivel global, es frecuente hacer rápidas comparaciones con situaciones similares vividas en el pasado. ¿Es cierto, tal y como sentimos actualmente, que estamos viviendo la época más desafortunada y que “cualquier tiempo pasado fue mejor”?
En el caso de las pandemias, nos retrotraemos al siglo pasado, y fácilmente encontramos como hito la pandemia de 1918 generada por el virus de la gripe también conocido como virus influenza.
Por supuesto, hay quien también hará paradas comparativas previas, en tiempos más cercanos, como la pandemia de gripe de 2009-2010 (primera pandemia del siglo XXI). Pero en lo que ha cifras de propagación y de mortalidad se refiere, la comparativa de la COVID de 2019 con la gripe de 1919 es inevitable. Desglosemos, pues, los datos comparativos más significativos.
Imagen2. Hospital improvisado en el IFEMA de Madrid con cientos de pacientes contagiados por la COVID de 2019-2022. Autoría y propiedad de El País.
Las cifras de mortalidad de la “gripe española” (Spanish influenza) conocida así a la pandemia de 1918-1919 pese a que su origen no estuvo en España , oscilaron entre los 50 y 100 millones de personas a nivel mundial (sobre una población total de unos 1.800 millones) y, según Beatriz Echevarri (1993), alcanzaron los 270.000 muertos en España.
La COVID-19 por su parte, a principios de 2022 va camino de generar los 6 millones de fallecidos en todo el mundo *https://es.statista.com/estadisticas/1107719/covid19-numero-de-muertes-a-nivel-mundial-por-region/* , siendo la cifra de muertes por este virus en España *https://github.com/CSSEGISandData/COVID-19* de más de algo más 97.000 personas.
Ambos virus son ARN y la respuesta inmunitaria en nuestro organismo es tanto celular como humoral, describiéndose casos de pacientes que padecen sendas enfermedades de forma asintomática aunque la persona tenga la capacidad de infectar.
Este es uno de los motivos por las que la “gripe española” infectó a 500 millones de personas en todo el mundo y el coronavirus de 2019 ya va por los 417 millones de infectados.
Del coste demográfico de la pandemia de gripe de 1918 en España cabe destacar una distribución de la mortalidad por edades con mayor afectación de la población adulta joven, de entre 20 y 40 años. Sin embargo, en el caso de la COVID-19, los grupos de edad con mayor mortalidad se acumulan a partir de los 80 años (véanse aquí los correspondientes datos por edades).
Por último, no pueden dejar de destacarse otras similitudes entre ambas pandemias, como, por ejemplo, las manifiestas desigualdades socioeconómicas y los insuficientes recursos sanitarios que han mermado y mermaron las capacidades efectivas de reacción temprana y preventiva contra la infección masiva (como ejemplo, véase la capacidad asistencial y hospitalaria por Comunidaes Autónomasen 2021, en la tabla 2).
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