Spies, agencia de viajes danesa saca partido al tópico de la crisis demográfica. Sus imaginativos lo explotan en una buena campaña publicitaria, incluyendo el siguiente video:

Esta campaña, «Do it for Denmark«, promociona paquetes turísticos asociándolos a las relaciones sexuales y a la procreación. Es el mismo principio que provocó una oleada de consultas a los demógrafos durante el último apagón en Nueva York; preguntaban por la magnitud de un eventual baby boom nueve meses después. Si hay más sexo, habrá más nacimientos.

Pero no existe en realidad una relación mecánica entre la frecuencia de las relaciones sexuales y la de los embarazos. Hace mucho tiempo que la modernidad social y el desarrollo, en general, van asociados al carácter voluntario y responsable, incluso planificado, de la fecundidad,  así que la campaña publicitaria requería algo más. Por eso, junto al sexo y el erotismo como gran reclamo (un clásico publicitario), estos creativos daneses apelan a otro clásico, éste de la panoplia de los mensajes nacionalistas que caracterizan al Estado moderno, y que tuvo su momento de auténtico furor en las primeras décadas del siglo XX con los aparatos oficiales de propaganda: la llamada a la procreación por patriotismo, por sentido del deber.

Esta llamada patriótica a la fecundidad se basa en la amenaza demográfica del «exterior», incluso de las potencias extranjeras, porque «crecen más que nosotros» (tienes en ApdD un buen ejemplo del natalismo militarista), pero también en la proliferación de «los peores» en el interior (esta llamada a la fecundidad patriótica contra la degradación interna ha sido característica del eugenismo). El ideal de estas llamadas era que los hombres cumpliesen su deber en el frente de batalla, y las mujeres pariendo más.

La versión actual, este «do it for Denmark», sitúa la amenaza en el propio cambio demográfico, el estancamiento o retroceso del volumen poblacional pero, sobre todo, en el cambio en la estructura por edades, el mal llamado «envejecimiento demográfico» (si quieres una versión no alarmista sobre las causas y consecuencias de la modernización demográfico puedes encontrarla en la Teoría de la Revolución Reproductiva). Los mayores van a acabar con los sistemas sanitarios, con las pensiones, con las políticas de bienestar y hasta provocarán la decadencia de Occidente, y por eso hay que tener hijos «for Denmark», «for Spain», por Europa o ¡por la raza blanca!

El video es magnífico en su manera de resumir la amenaza demográfica en apenas unos segundos para después pasar extensamente al objetivo real, la exaltación de las escapadas turísticas románticas. Esta economía en los medios nos dice mucho sobre el grado de consolidación del tópico; todo el mundo cree que el cambio demográfico es amenazador. Basta con mostrar brevemente a una pareja de ancianos en un sofá y un parque infantil con columpios vacíos y ya se han desencadenado todos los automatismos mentales con los que se nos bombardea constantemente en esta cuestión, aunque después el mundo real desmienta la crisis y la decadencia una y mil veces.

En realidad lo que hacen estos publicistas no es muy diferente a lo que hacen los natalistas de todo cuño: el mensaje es «no os guiéis por vuestros propios intereses, no seáis egoístas, no penséis, ni siquiera, en el simple interés y conveniencia de vuestros hijos; tened hijos por el bien colectivo». Mientras sean los imaginativos de las agencias publicitarias podemos sonreír con la ocurrencia, pero lo cierto es que este discurso lo están empleando nuevamente los Estados de manera creciente, y corremos el riesgo de una involución política realmente grave.

En fin, buen material para la reflexión, bien producido y hasta gracioso, si no fuese por los miedos que explota. Como aún no he creado la sección «comedia demográfica», lo añado a la sección ya existente sobre «Apocalipsis y demografía«.