Nicolás Sacco, demógrafo y amigo, nos regala el acceso a un recientísimo informe que acaba de terminar, evaluando la calidad del Censo 2010 en la Argentina. Lo presenta a continuación en este post que él mismo ha redactado para ApdD (muchas gracias Nico!):
Nicolás Sacco
Cátedra Demografía Social
Instituto de Investigaciones Gino Germani
Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires
nsacco@sociales.uba.ar
Hace poco más de un año, el líder de un importante movimiento político de la Argentina afirmaba, criticando las reformas neoliberales de los noventa, que los números económicos “tienen que cerrar con la gente adentro”.
Aprovechando que el próximo próximo 27 de octubre, a mitad del periodo[1] intercensal, se cumplirán cinco años del último Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas de la Argentina[2], cabe hacerse viejas y nuevas preguntas no sólo sobre los procesos censales, sus procedimientos de preparación, recopilación, sistematización y publicación de datos, sino también de los marcos teóricos adoptados en nuestra región para la construcción de datos sobre población.
Es posible entonces parafrasear aquella máxima desde un contexto no ya económico, sino demográfico, para preguntarse si en el Censo de Población del 2010 de la Argentina, los números cierran, o no, con la gente adentro. En el marco de un proyecto de investigación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) hemos emprendido esta evaluación del Censo 2010, cuyo primer informe puede consultarse aquí:
Sacco, Nicolás (2015). ¿Cierran los números con la gente adentro? Evaluación, análisis y perspectivas del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas de 2010. Informe de Investigación.
Este informe se inserta en el debate sobre la calidad del operativo censal, que en la Argentina se ha dado en el cruce de caminos entre lo político y lo técnico. Lo político se muestra tanto en el ámbito de las decisiones institucionales como atravesando orientaciones ideológicas en la discusión pública sobre la confiabilidad del censo. Esta encrucijada se dio hasta ahora con escasas evaluaciones sobre la adecuación de la herramienta para el análisis demográfico (y otros usos).
Aún hoy, en la Argentina es frecuente la afirmación ‘el censo es un desastre’ entre periodistas, personas de a pie, académicos y usuarios pasajeros o frecuentes de datos censales. Ha corrido mucha agua desde que INDEC fue noticia preponderante a partir del proceso de ‘intervención’ de 2007. Intervenciones más recientes han situado el tema en su lugar socio-histórico y en el contexto regional y mundial de cambios que se han dado en los institutos de estadísticas.
Nuestro informe ofrece una lectura que permite revisar el proceso censal desde una perspectiva que rescata los matices de lo realizado, y a su vez (una de sus principales fortalezas) delimita claramente el campo de lo que es posible evaluar (por ende, también lo que no es posible) en función de la información disponible (hasta marzo del 2015). Si con ello logra otro punto de vista a la dicotomía ‘mejor censo de la historia’/ ‘desastre’, cumple entonces su propósito.
El objetivo de este informe ha sido analizar, a nivel del total del país, los datos y los procedimientos que dieron lugar a la construcción del Censo de Población en la Argentina y cuáles son las limitaciones y alcances de su información disponible y publicada. El enfoque de esta evaluación, entre los muchos posibles, ha consistido en complementar otras investigaciones previas y moverse en el margen del modelo de satisfacción de la demanda, siguiendo recomendaciones de organismos internacionales al respecto.
Los objetivos se han desplegado en múltiples sentidos: se ha pretendido distinguir qué es lo que hay de ‘desastre’ tras los resultados del último censo nacional de población, oyendo las voces que así lo describen, a la vez que se atendía a las motivaciones de quienes lo consideran como el ‘mejor censo de la historia’. El reporte complementa e integra la diversidad de publicaciones del propio Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y las investigaciones ya realizadas sobre censo 2010 y se basa, fundamentalmente, en el procesamiento y análisis de información original.
El trabajo tuvo tres fases. La Fase 1 comenzó en noviembre de 2013 y culminó en marzo de 2015, con una evaluación a nivel del total país de los datos publicados hasta esa última fecha. Los resultados ahora presentados son los derivados de esa fase donde se sintetizan los principales hallazgos y su comparación, al mismo nivel, con los censos previos de 1991 y 2001. La Fase 2 todavía no ha sido llevada a cabo; su objetivo es la observación a nivel provincial de la información censal, en cada una de las mismas dimensiones analizadas en el total del país. En la Fase 3 se analizarán, nuevamente, los resultados obtenidos en las Fases 1 y 2, a la luz de la totalidad de variables investigadas, y se hará especial foco en los cambios demográficos a nivel de regiones y por condición socio-ocupacional.
En Argentina y en el mundo la construcción y sistematización de datos censales se ha vuelto enormemente útil para la obtención de conocimientos sobre la población, concepto cambiante a lo largo de la tradición censal. A pesar de que todavía existen muchas dificultades y desafíos en América latina, sin desmerecer el amplio abanico de realidades específicas de cada país de la región, estas dificultades y desafíos poseen un tronco común relacionado al contexto socio-económico regional y en relación a los cambios socio-políticos que se están dando a nivel global. Por estas razones, se está formando el Observatorio Latinoamericano de Censos de Población (OLAC), enfocado a la temática censal en la región. Invitamos a visitar sus objetivos y el blog, en pleno proceso de construcción, de ese grupo.
[1] Y a dos días de llevadas a cabo las elecciones que pondrán un nuevo presidente
[2] Será también el día de conmemoración de la desaparición física del ex Presidente Néstor Kirchner.
Un comentario en “¿Cierran los números con la gente adentro? Censo 2010 en Argentina”