Comisionado frente al Reto Demográfico


Edelmira Barreira, comisionada para el reto demográfico
Edelmira Barreira, comisionada para el reto demográfico

El portal Envejecimientoenred publica esta mañana un comentario del recién aprobado Real Decreto 40/2017, de 27 de enero, por el que se crea el Comisionado del Gobierno frente al Reto Demográfico y se regula su régimen de funcionamiento. Lo firma Antonio Abellán, compañero en el CSIC y un auténtico experto en envejecimiento, señalando evidentes puntos débiles del decreto. Suscribo íntegramente su cuestionamiento de las políticas natalistas como respuesta, pero quisiera añadir también un comentario sobre el sesgo político que conduce a este decreto.

Su primera frase, introductoria, es esta:

«El desequilibrio de la pirámide poblacional es un fenómeno común a los países de nuestro entorno. Particularmente, el escaso dinamismo demográfico se produce prácticamente en todos los países de la Unión Europea, afectando de manera esencial a la estructura de la población.»

Para ser la primera cosa que se dice, como justificación de un Real Decreto, nuestros legisladores evidencian no estar asesorados por demógrafos. ¿Qué es el «desequilibrio de la pirámide»? ¿En qué consiste el «escaso dinamismo»? Se trata de etiquetas valorativas, sin sustento técnico o metodológico, para presentar como negativa  una situación demográfica que nunca fue mejor.  Pero no son sólo retórica introductoria, ya cuentan con antecedentes legislativos y no es casual que sea Edelmira Barreira la nombrada como comisionada (ver aquí Galicia natalista) .

El Artículo 1, el principal del decreto, insiste:

«Se crea el Comisionado del Gobierno frente al Reto Demográfico, al que corresponde la elaboración y el desarrollo de una estrategia nacional frente al reto demográfico y aquellas tareas que contribuyan a dar respuesta a la problemática del progresivo envejecimiento poblacional, del despoblamiento territorial y de los efectos de la población flotante.»

Aquí el lío es ya notable, al mezclar en la «problemática» tres cosas tan heterogéneas como el envejecimiento poblacional, el «despoblamiento territorial» y la «población flotante». ¿Quién proporciona el marco técnico y conceptual con que trabaja el Gobierno español en materia demográfica? Me temo que los demógrafos o los estadísticos brillan por su ausencia. Cada punto de la trilogía es falaz, juntos son un monumento al sinsentido legislativo:

  • El cambio de la pirámide no es resultado ni denota «falta de dinamismo», sino una mejora radical y sumamente positiva en materia de mortalidad. O se entiende esto, o no se entiende absolutamente nada del trascendental y revolucionario cambio demográfico experimentado por la humanidad.
  • El despoblamiento territorial poco tiene que ver con la dinámica demográfica del país en su conjunto, como sabe cualquier demógrafo (ver aquí «envejecimiento rural» o la relación existente entre estructura y tamaño de las poblaciones). Mal vamos si un problema real es  erróneamente diagnosticado y se mezcla con cosas no relacionadas haciéndolo incomprensible.
  • Y no se sabe a qué se refiere eso de «población flotante» (técnicamente aquella que no permanece en la localidad donde está inscrita). El Decreto parece aludir a un revoltillo de cuestiones, desde los residentes no empadronados, pasando por los demandantes de asilo hasta llegar a los inmigrantes ilegales. Parece que es «problemático» todo aquél que se mueva, creencia muy característica del poder estatal en todas partes.

Si no hay demógrafos tras estas ideas, sí puede detectarse la influencia de comunidades en la fe, medios de comunicación afines, expertos en finanzas, patriotismos de viejo cuño, idearios como los del Opues Dei y la Conferencia Episcopal, think tanks neoconservadores, asociaciones de familias numerosas lideradas por amigos y tópicos obsoletos acerca de lo que es conveniente o no en demografía. Todo lo anterior se funde de forma inmejorable en el activismo de la fundación «Renacimiento Demográfico». Su máximo representante, Alejandro Macarrón, sin formación alguna como demógrafo, se ha convertido en el asesor de cabecera del partido gobernante y los medios de comunicación afines (un buen ejemplo de su influjo tóxico en organismos oficiales lo tienes en escándalo demográfico en el senado).

Se viene elaborando hace tiempo un discurso sobre la demografía basado en la ideología de los afines, compañeros de partido y correligionarios en la fe. No ocurre en un país, es una auténtica epidemia, y todos pretenden aplicar las mismas recetas: menos protección social, más patriotismo, más natalismo, menos extranjeros. Ahora ese discurso está suficientemente asumido también en España, tanto como para fundamentar la política demográfica que ya se había decidido de antemano. No  va a cambiar la demografía, (en realidad no saben cómo hacer eso) pero va a ser la coartada para legislar convenientemente sobre la familia, la pareja, el trabajo, la sexualidad, el asilo, el aborto, los derechos sociales, las pensiones o las migraciones.

La demografía como disciplina ha alcanzado cierta madurez en todo el mundo, alejándose de la manipulación política que antaño supusieron las corrientes natalistas o neomaltusianas. Los demógrafos son hoy principalmente técnicos muy especializados y escasamente decantados por unas u otras ideologías. Quizá por eso se prefiere consultar a banqueros, obispos o Macarrones cuando se quiere emprender políticas demográficas. Podremos verlo en las futuras comparecencias de expertos ante el Comisionado. La pauta es cada vez más clara y podemos hacer apuestas: serán un puro trámite para concluir finalmente lo que ya se había decidido desde el principio.

4 comentarios en “Comisionado frente al Reto Demográfico”

  1. Estando de acuerdo contigo, creo que hay que tener en cuenta, que mayoritariamente, la natalidad actual se compara con la que había hace 40 años bien sea esta, una comparación sesgada.
    Sin embargo, cuando te refieres a «sólo un siglo atrás» también observo un sesgo, ya que nadie en España vivió a principios del siglo XX y nadie por tanto se remonta tanto tiempo cuando habla de «suicidio demográfico».

    Me gusta

    1. Hola Enrique, gracias de nuevo por tus comentarios. Lo que dices es cierto claro, pero sólo para el ciudadano de la calle, el periodista, el político… pero, por eso precisamente, existen los científicos sociales y las series estadísticas históricas, para tener datos y análisis más allá de las vivencias personales. En demografía es esencial, el sesgo se produce precisamente cuando cada cual habla a partir de su propia experiencia como si fuese representativa de lo que ocurre en todo momento y lugar. Por eso es importante recordar que existe una disciplina llamada Demografía. Sistemáticamente quienes hablan de suicidio demográfico lo hacen sin conocimiento de la disciplina, son legos impulsados por motivos políticos, morales, religiosos, que desconocen cualquier explicación científica de aquello que califican y que intoxican la opinión pública desde sus órganos de difusión, a menudo tan poderosos como ABC, ElPaís o la Cope. He argumentado miles de veces que la situación demográfica actual es la mejor de nuestra historia conocida, y que se explica por un cambio radical e irrepetible de la eficiencia reproductiva. Te remito a la sección de esta web sobre la «revolución reproductiva» para que veas que lo del suicidio demográfico es una falacia que no resiste un mínimo examen crítico. Te agradezco la ocasión de argumentarlo de nuevo, muchas gracias por participar en la construcción y continuidad de ApdD.

      Me gusta

  2. Soy una visitante asidua de este blog y comparto muchas de las opiniones aquí planteadas, pero me parece que si se critican las «etiquetas valorativas» del Real Decreto en cuestión, se debe ser consecuente y dar buen ejemplo de análisis no valorativos y menos en términos superlativos. Desafortunadamente expresiones como «El cambio de la pirámide no es resultado ni denota “falta de dinamismo”, sino una mejora radical y sumamente positiva en materia de mortalidad».

    Me gusta

    1. Agradezco mucho tu crítica, me ayuda a mantener los pies en la tierra. Tienes razón; para responder al decreto caigo en la trampa de ser valorativo yo también. Me traiciona querer abreviar lo que debería argumentar sin hacer valoración subjetiva alguna: el papel causal, cuantificable y principal, del descenso de la mortalidad como motor de cambio de la pirámide, afirmación estrictamente técnica, analítica y estadística. Caigo en la trampa por querer responder rápidamente, a bote pronto, al constante machaqueo de quienes insisten en que vivimos una crisis demográfica, causada por el mal comportamiento reproductivo, cosa que, al margen de ser valorativo, es simplemente falso, aunque sea lo que prácticamente todo el mundo acaba comprando y creyendo. Por otra parte, invito a cualquiera, eso sí, a valorar un cambio que nos hace olvidar que sólo un siglo atrás en España uno de cada cinco nacidos moría antes de cumplir un año, la mitad no cumplía los quince, y la vida media se situaba en 35 años. Si no se quiere valorar eso, no es necesario hacerlo, eso no impide que la democratización de la mera posibilidad de que todos los que nacen puedan vivir una vida completa sea la explicación de que cambien las pirámides de población y las dinámicas reproductivas. En eso no renuncio a ser superlativo y enfático, porque sigo teniendo la sensación de que los responsables políticos de todo el mundo todavía no han asumido alto tan simple, en buena parte porque los demógrafos no sabemos explicarlo de manera clara por encima de los viejos tópicos de la política demográfica, en parte porque nuestro mensaje debe competir con avalanchas imparables de información errónea acerca de la demografía. También por eso me encanta tenerte como visitante asídua, interesada y crítica. Ojalá la tuya fuese la actitud general en estos temas y en todos aquellos que tienen que ver con las ciencias sociales y la política. Espero más comentarios tuyos, gracias por estar ahí.

      Me gusta

Deja un comentario