Michel Schooyans, teólogo de la demografía


Schooyans

Michel Schooyans es un religioso e ideólogo, jesuita, sacerdote de la archidiócesis de Malinas. Nacido en Bélgica el 6 de julio de 1930, se doctoró en filosofía y teología, y las enseñó en la  Universidad Católica de Lovaina (1965-1995), profesor emérito tras alcanzar la edad de jubilación. Previamente había impartido cursos similares en la Pontificia Universidad Católica de São Paulo (1959-1969)  y otras universidades  cristianas de Sudamérica, todas ellas privadas. Sólo puede considerarse un «académico» si eso incluye la enseñanza doctrinal interna del catolicismo, en su caso especialmente la formación de cuadros misioneros.

¿Por qué entonces Schooyans es presentado siempre como un académico experto en demografía, incluso como un prestigioso demógrafo? No lo es, no ha estudiado nunca técnicas de análisis demográfico, no ha sido docente en esta materia, no ha hecho investigación empírica ni ha procesado fuentes estadísticas para construir indicadores demográficos o analizar los comportamientos, históricos o actuales, de ninguna población (ver aquí qué es la demografía, dentro del Curso de Demografía de ApdD).

A Schooyans le basta con haber sentado doctrina teológica sobre asuntos en los que no tiene formación técnica alguna, (opina, como cualquier otra persona) y, sobre todo, con ser el promotor de la expresión «Invierno Demográfico», una metáfora falaz y tendenciosa destinada a teñir de negatividad la modernización demográfica. Desgraciadamente su metáfora ha sido progresivamente adoptada como descripción literal de una supuesta crisis demográfica que se extiende por todo el mundo, manchando de negatividad la mejor situación demográfica jamás alcanzada por la humanidad (véase aquí la sección sobre la Revolución Reproductiva).

Pero Schooyans es autor de  muchos más eslóganes de éxito; las analogías falaces o el etiquetado peyorativo son una de sus especialidades. Ha acuñado «cultura de la muerte» para referirse a toda defensa del aborto, «terrorismo de rostro humano» para calificar la política de la ONU, o  «femi-nazis» para hablar del feminismo. Como se verá a continuación, lo que ha hecho en realidad, durante toda su vida académica, ha sido pontificar, desde la ortodoxia doctrinaria, contra todo signo de modernidad que aleje a las sociedades actuales de la doctrina católica más conservadora. Eso es lo que le lleva a usurpar el campo de los demógrafos y lo que le convierte en un propagandista tan atractivo para la extrema derecha.

La dinámica poblacional se basa en comportamientos relacionados con la reproducción, la conyugalidad, el matrimonio, la familia, la sexualidad, el «lugar» de la mujer, el aborto, la duración de la vida, la eutanasia o la actitud hacia los migrantes de otras religiones. Todos se relacionan, por una parte, con los postulados morales vaticanos y, por otra, con los comportamientos demográficos, y en todos ellos Schooyans ha construido trincheras para detener el tiempo, incluso para revertirlo, jugando un papel fundamental como ideólogo reaccionario.

Una batalla de esa envergadura no está al alcance de un pensador aislado. Schooyans pudo entablarla porque pronto se convirtió en el heraldo oficial del Vaticano sobre doctrina social, alcanzando su punto álgido durante el pontificado de Juan Pablo II. Aquel fue un papado especialmente señalado por la lucha contra la heterodoxia progresista dentro y fuera de la Iglesia, con frentes abiertos contra la teología de la liberación, el marxismo, el feminismo, el aborto, el divorcio, los anticonceptivos, la planificación familiar o la eutanasia. En la construcción de una rígida ortodoxia sobre todos estos temas Schoyans tuvo un protagonismo esencial, siempre como herramienta de Juan Pablo II y después de Benedicto XVI, que llegaron a prologar sus libros, y le introdujeron en  diversos consejos y academias vaticanos, como la  Academia Pontificia de Ciencias Sociales o la Academia Pontificia para la Vida, fundamentales para dicha construcción.

Imagen de Schooyans en Religionenlibertad.com

La impresionante trayectoria de este teólogo sólo ha empezado a declinar con los nuevos aires que el papa Francisco intenta imprimir al catolicismo desde su elección en 2013. Un ejemplo es su discurso de 27/10/2016 dirigido al Instituto Pontificio Juan Pablo II para los Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, en el que  exortaba al instituto a renovar opiniones asumiendo la complejidad y multiplicidad de situaciones implicadas en su magisterio, llegando a afirmar que la Iglesia había sostenido hasta entonces «una idea teológica del matrimonio demasiado abstracta, casi artificialmente construida» y «lejos de la situación concreta de las familias». 

Este giro en el Vaticano ha provocado que Schooyans termine su carrera señalándose en público como parte de la furibunda reacción interna contra quien desmantela buena parte de su propio trabajo doctrinario y propagandístico. Schooyans lo califica directamente de «traición» y lo dice públicamente:

El resultado es su progresiva exclusión de cargos, como el que tenía en la Academia Pontifícia para la Vida cuando Francisco la renovó en 2017:

Si el lector se siente identificado con los postulados más conservadores del catolicismo, incluso más que los de actual Vaticano, encontrará en la obra de Schooyans un arsenal inapreciable e inagotable.


Posturas de Michel Schooyans sobre diversos temas en los que se le presenta como experto en demografía:

Contra el cambio demográfico

  • Schooyans, Michel. Le crash démographique. Paris: Le Sarment-Fayard, 1999

Sostiene una visión conspiratoria de la Revolución Reproductiva. El descenso de la fecundidad o la Segunda Transición Demográfica son explicados por la maldad satánica de quienes quieren destruir La Familia y el catolicismo. En definitiva el cambio demográfico es fruto de la maldad, resultado de la inmoralidad, el hedonismo, el egoísmo y la globalización. Ahí viene la aportación más famosa de Schooyans, al haber acuñado la expresión «Invierno Demográfico», que el propio Papa adopta en sus encíclicas desde los años ochenta y todo el mundo utiliza hoy como si fuese una etiqueta neutra y descriptiva (véase el capítulo Políticas demográficas y democracia. A propósito de la encíclica Evangelium Vitae, en su libro La enseñanza social de la iglesia).

Esta visión negativa del cambio poblacional se aplica especialmente al envejecimiento demográfico, descrito como una catástrofe a combatir (es muy recomendable su texto Croissance démographique et développement. Vieillissement et suicide démographique de l’Europe, un compendio de todos sus argumentos).

Véase la entrada de Wikipedia sobre Invierno Demográfico; las referencias bibliográficas son buena muestra del carácter propagandístico de este concepto, y su deuda con ultranatalistas como G.F.Dumont, creador de slógans como «Festín de Cronos» para demonizar el cambio de la pirámide poblacional (por cierto, colega de Schoyans en la Academia Pontificia para las Ciencias Sociales)

Contra el aborto:

  • M. Schooyans (1991) El aborto. Implicaciones políticas, Madrid, RIALP.

En este asunto promueve una ortodoxia radical y es uno de los principales ideólogos de la revolución neoconservadora desde los años ochenta en torno a la «defensa de la vida», terminología que ayudó a crear. Estamos ante un «defensor» absoluto, que no acepta ni las excepciones humanitarias, como se verá a continuación:

En 2009 el arzobispo de Brasil excomulgó a todos los implicados en el aborto legal practicado a una niña de nueve años, embarazada de mellizos tras ser violada por su padrastro y cuya vida corría peligro.

Se suscitó una enorme polémica internacional en la que incluso dentro del Vaticano hubo apelaciones a una mayor permisividad ante situaciones similares, por motivos de simple compasión. Una de ellas nada menos que del presidente de la Academia Pontificia para la Vida, de la que Schooyans era miembro. La reacción de Schooyans  fue inmediata, pidiendo públicamente su dimisión y atacando lo que calificó como «pseudo-compasión» pecaminosa y falsa, hasta que el propio Benedicto XVI se pronunció defendiendo la ortodoxia de la excomunión:

Contra la democracia

Schooyans nos revela que el único fundamento posible de la política es Dios (como él es teólogo, pues ya está, no hay más que discutir). Pero es que de esta afirmación tan científica y razonada deduce que ni los gobernantes ni los pueblos pueden ser, lógicamente, los que fundamenten el poder: «Lo que muchos teóricos modernos y contemporáneos del poder no han visto es que ni el gobernante, ni el pueblo, tienen fundamento para erigirse como instancia última del poder.», nos dice un texto breve de este profundo pensador en el blogdecristianiglesias titulado Dios Fundamento de la Política.

Contra el progresismo católico en América

Tras doctorarse, en 1958 fue enviado a Brasil por el Collège pour l’Amérique latine de Louvain (COPAL). Esta institución acababa de crearse a instancias del papado, como parte de una estrategia general para la formación y el misionado en América del Sur. En plena guerra fría, durante más de una década, Schooyans se señaló como sustentador de la ortodoxia más institucional y opositor a las nuevas corrientes izquierdistas en el catolicismo sudamericano y, especialmente brasileño (ver Teología de la Liberación en Wikipedia). Este fue probablemente uno de sus mayores atractivos para Juan Pablo II y su personal cruzada anticomunista, durante la cual la teología sudamericana «de los pobres» fue condenada y desmantelada.

Contra la ONU

La posición de nuestro teólogo sobre la ONU se resume fácilmente: existe una conspiración internacional empeñada en acabar con la Iglesia y con la familia tradicional. En especial todo lo que tiene que ver con políticas sociales es objeto de su repudio y llega al extremo de calificarlas como «terrorismo».

  • Schooyans, M. (2002) La cara oculta de la ONU, México, Diana.
  • Le terrorisme a visage humain (prologado por el cardenal López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, a petición del propio Juan Pablo II).
  • Schooyans, M. (2004) Il volto nascosto dell’ONU. Verso il governo mondiale. Il Minotauro, Roma.

Uno de los principales pecados de la ONU son las progresivas declaraciones sobre los derechos humanos, que Schooyans rechaza como «nuevos derechos» impuestos por los depravados sin fe. Llega a anunciar que pronto la pedofilia será incluida como derecho por parte de la ONU.

Pero los crímenes de la ONU, que tiende según él al absolutismo mundial, se extienden al empeño ecologista, al mito perverso de la sostinibilidad ecológica, y la satánica invocación al «desarrollo sostenible». En fin, la lista de sandeces es interminable, pero podéis encontrarlas muy bien expresadas por uno de los sectarios convencidos por Schooyans, que las sintetiza en El Oscuro Gobierno Mundial Paralelo que descubrió un enviado del Papa en la ONU, publicado en forosdelavirgen.org

Contra el feminismo y LGTVI

Como buen propagandista se esmera en inventar metáforas y términos negativos para sustituir las expresiones contemporáneas relacionadas con los derechos femeninos, las opciones sexuales o las nuevas formas de familia. No es anecdótico que se mofe de las feministas y las insulte abiertamente (acuñando, por ejemplo, términos como «femi-nazis», que rápidamente han sido adoptadas por el resto del clero reaccionario o la extrema derecha europea). Las perlas (en forma de manipulación y burdas mentiras) que pueden encontrarse en sus libros no tienen límites ni mesura. Nos explica, por ejemplo, que la Corte Penal Internacional se creó bajo presión de las feministas y los homosexuales, que ahora luchan para que la Iglesia y sus obispos puedan ser arrestados y condenados por no admitir el sacerdocio femenino o por denunciar las prácticas homosexuales como inmorales.

Contra la globalización, poder para los Estados.

La ONU no es la única organización que recibe sus críticas y a la que califica de criminal. En general toda tendencia internacional a la creación de instancias, organizaciones o entes supranacionales (como la mencionada Corte Penal Internacional) es vista como una amenaza. La burocracia supranacional y la globalización deben revertirse, y es comprensible. El catolicismo siempre medró junto al Estado y los poderes instituidos, ya desde su adopción por el Imperio Romano, pero a nivel global es solo una religión más, y ni siquiera la más seguida, así que, como en tantas otras cosas, prefiere volver al pasado:


En fin, la lista podría continuar de forma demasiado prolija para la contención y brevedad que exige un medio como este, así que me reservaré para un posible artículo completo sobre este teólogo presentado como demógrafo. De momento mi única pretensión ha sido hacer un esbozo de la obra y méritos de este peculiar ideólogo.  No creo que catolicismo sea sinónimo de fanatismo, ni que los católicos sean personas sin el discernimiento suficiente para distinguir entre creencias religiosas e investigación científica en materia de población, pero de todo hay en la viña del Señor. Para que seáis vosotros mismos los que valoréis, ya veis que no tengo problema en dar difusión a su obra; encontraréis mucho material adicional en su propia página web, «Bienvenidos a los amigos de la Vida», en la página donde organiza sus escritos por materias.


*** Schoyans falleció, después de la redacción de esta entrada, el 3 de mayo de 2022***


Para ampliar:


Música en ApdD: Evgeny Kissin – La Campanella (Liszt)

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2 comentarios en “Michel Schooyans, teólogo de la demografía”

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