Mi amiga, demógrafa y profesora de la UPV, Marta Luxán, me da a conocer esta joya de la propaganda natalista, uno de los temas que trato en ApdD. Se trata de una campaña gubernamental de «concienciación» para conseguir que aumente la fecundidad en Italia, lanzada por el ministerio de Salud y su ministra, Beatrice Lorenzin.
Lorenzin creció con Berlusconi, en un marco ideológico que hoy, triunfante en Europa, se etiqueta como de «centro derecha» (eufemismo para decir ultraconservador en lo social y ultraliberal en lo económico). Igual que en España, Rusia, Polonia, Portugal, Inglaterra o en tantos otros países, esta ideología está recuperando sin rubor toda la panoplia propagandística del natalismo de hace un siglo, y lo hace hasta extremos sorprendentes, casi «inocentes», por su empeño en ignorar el cambió experimentado por el mundo durante todo ese tiempo, por atribuirle causas que la demografía actual sabe erróneas, y por ignorar sistemáticamente las propias explicaciones que la demografía actual proporciona sobre las causas de la modernización de los sistemas poblacionales.
Lorenzin ha lanzado el «día de la fertilidad», previsto para el próximo 22 de septiembre. Básicamente consiste en diversos actos propagandísticos para «hacer reflexionar» a los italianos sobre el tema.
El propio lema de la jornada es tramposo. Hablar de fertilidad (la capacidad fisiológica de tener hijos) remite a un tema de salud, y permite apropiarse y desvirtuar el concepto de «salud reproductiva», acuñado por los sectores reformistas, feministas, favorables a la planificación familiar, que tanto han ninguneado y combatido partidos como el de la ministra. Pero la campaña en realidad trata de la fecundidad (los hijos efectivamente tenidos). La diferencia entre ambos conceptos es fundamental en demografía (puedes verlo en la entrada fecundidad y fertilidad), y la manipulación terminológica no ha engañado a nadie.
- Fertility day: en Italia una campaña del gobierno para incentivar la natilidad desató críticas y chistes, en infobae.com (12/9/2016)
Que un gobierno contemporáneo todavía sostenga que deben tenerse más hijos porque es lo que conviene al Estado, dejando caer además que se trata de un bien público tan vital como el suministro de agua, es, en efecto, un arcaismo (aunque su trasfondo sonará a muchos en España: ¡las mujeres no tienen derecho a pensar en la procreación y el propio cuerpo como si fuesen asuntos privados!)
Que además lo haga cargando las tintas sobre la culpabilidad de la mujer sin hijos, que llega a presentar como frívola, ignorante de su propia fisiología y más preocupada por banalidades…
… no deja de ser el discurso de los tradicionalistas patrióticos, militaristas, moralistas y sexistas, añorantes del padre fuerte, las sanas costumbres, la familia tradicional y la patria bien dotada de ejércitos nutridos gracias a una elevada natalidad (si crees que dibujo una parodia, echa un vistazo a la entrada sobre el natalismo en Francia).
En consonancia con este paternalismo retrógrado, la campaña deja también entrever que los jóvenes son unos inconscientes a los que el ministerio italiano hará ver su errónea conducta, olvidar sus caprichos y frivolidades, volviendo al sexo con fines reproductivos y dejándose de tonterías.
Envolver ideas tan rancias en la «modernidad» mercadotécnica y las redes sociales, no ha engañado a nadie y le han llovido las críticas del resto de partidos en el parlamento italiano. Hasta el primer ministro italiano ha criticado la campaña de propaganda,
- Italy’s PM criticises government led fertility campaign, en BBCnews (2/9/2016)
La responsable ya ha declarado que quizá revise la puesta en escena, pero piensa mantener la convocatoria anual frente a todos. Así que este es un culebrón que todavía dará mucho que hablar. Tiene un enorme interés para este blog, porque encarna muy bien la actual ofensiva ideológica amparada en la evolución demográfica, y me temo que son los Lorenzin de todo el mundo los que están ganando posiciones.
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No debería llamarse día de la fecundidad?
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