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El Censo está considerado como una de las fuentes sociodemográficas más completas que existe, dada su cobertura y la variedad de información que llega a recopilar periódicamente. Aunque su principal objetivo sea realizar un recuento de la población para así obtener conocimiento sobre la estructura de la población, la cantidad y variedad de preguntas que se incluyen en el cuestionario posibilitan acceder además de a información sobre aspectos intrínsecos de las personas (edad, sexo), a otras características más generales (estado civil, nivel de instrucción, relación con la actividad…) o a datos referentes a su forma de convivencia.
Sobre esta última cuestión, la información acerca de la composición familiar de las personas, se pueden advertir, en los censos realizados y que contienen información al respecto, cambios significativos en la definición del término ‘familia’. El mayor inconveniente de estas variaciones surgen a la hora de realizar trabajos comparativos.
En el censo de 1960 todavía no se recoge información referente a los tipos de núcleos y las formas familiares en la que se distribuye la población. Es en 1970 cundo se comienza a recoger información sobre las familias y los núcleos familiares, aunque no se ofrecen datos desagregados por edad y sexo de los componentes de dichas familias (1).
En 1970 por ejemplo, la familia es definida como «…el grupo de personas, vinculadas generalmente por parentesco que hacen vida en común, ocupando normalmente la totalidad de una vivienda… incluidos, en principio, los huéspedes no familiares a los que se cede el uso de una o más habitaciones de la vivienda, así como otras facilidades (teléfono, baño, etc.), y a los que generalmente se presta servicios tales como arreglo y limpieza de la habitación, lavado de ropa, alimentación…» (2) . Esta concepción de familia también incluye a las personas que viven solas, denominadas familias unipersonales (3).
La definición que ofrece el Censo en 1981 (4) básicamente no difiere de la anterior, aunque se precisa la situación del servicio y de los huéspedes: en 1970 a los huéspedes no familiares se les cede el uso de una o más habitación, equipamiento de la misma y se les presta servicios tales como el de la lavado de ropa o limpieza de la habitación. La condición de los huéspedes o personal de servicio para formar parte estadísticamente de la familia en 1981 es que pernocten en la vivienda. Pero el cambio más significativo se produce en el censo de 1991 y en su concepción de familia. Por un lado, la familia se define como «…el grupo de personas (dos o más) que residiendo en la misma vivienda familiar, comparten algunos gastos en común (que difiere de la vida en común de los anteriores censos) y están vinculadas por lazos de parentesco…(no sólo generalmente vinculados por lazos de parentesco)» (5).
Otra de las disparidades la encontramos en la forma de considerar a las personas que viven solas. Mientras que hasta 1981 se las consideraba igualmente familias (sin núcleo), en 1991, con la incorporación de un nuevo concepto, el de hogar, las antiguas familias unipersonales dejan de concebirse como tales, y pasan a constituir hogares unipersonales, ya que en 1991, se subraya, para poder formar una familia, el cumplimiento del requisito de constituir un grupo de personas (dos o más). Por otro lado, el ‘hogar’ se define como «…el conjunto de personas que residiendo en la misma vivienda comparten gastos comunes ocasionados por el uso de la vivienda y/o gastos de alimentación». Las principales desigualdades que encontramos en estos dos términos son:
NOTAS
(1) La única información desagregada por edad y sexo a nivel provincial que presenta es la que se refiere a la persona principal de la familia. Por otro lado, la desagregación que presentan las diferentes composiciones familiares hace que no sean comparables con la tipología que se muestra para los años 1981, 1991 y 1996.
(2) INE (1973): Censo de Población 1970. Madrid. Tomo II
(3) La concepción que se tiene de las familias unipersonales en esta fecha, hace que se haga el siguiente comentario sobre ellas: «… se presentan en algunos apartamentos de las grandes ciudades…también pueden ser consecuencia de la disolución de algún núcleo familiar…».
(4) INE (1984 y 1987): Censo de Población 1981. Tomo III
1Ê parte: Características de la Población, Madrid, 1984.
2Ê parte: Características de la Población que vive en familias, Madrid, 1987.
(5) INE (1996): Censo de Población 1991.
Tomo II. Características generales de la población
Tomo V: Características de los Hogares
(6) Eustat (1999): Del barrio a la comunidad. Censos y Padrones de Población y Viviendas. 1986, 1991 y 1996. Vitoria-Gasteiz
27 de enero de 2003
Ainhoa Alustiza Galarza
Esta entrada fue elaborada por Ainhoa Alustiza durante la preparación de su memoria de doctorado. Había tenido que utilizar clasificaciones de «familia» y de «hogar» diferentes, de distintas fuentes oficiales, y redactó el presente documento para sistematizarlas y ayudar a posteriores estudiantes de demografía en su trabajo.
Música en ApdD: Miles Davis- Night Music with David Sanborn
Una queridísima amiga venezolana, Brenda Yépez, brillante demógrafa experta en proyección de hogares, me manda el link a dos textos que ha publicado acerca de la metodología y resultados de tales proyecciones (fue el tema de su Tesis doctoral: Proyecciones de hogares: una aplicación para Venezuela al horizonte 2021).
Se encuentran en una obra que acaba de publicar la Asociación Latinoamericana de Población, el número 2 del la Series e-Investigaciones «Estimaciones y proyecciones de población en América Latina«, coordinado por Suzana Cavenaghi. Los autores son Julián López, Juan Antonio Módenes y Amand Blanes (Centre d´Estudis Demogràfics), Dalkhat Ediev (Vienna Institute of Demography) y Brenda Yépez (Universidad Central de Venezuela). Seguir leyendo Proyección de hogares, en ebook de ALAP
Tras la segunda guerra mundial sólo una pequeña parte de la humanidad era demográficamente «conocida» con censos y registro de acontecimientos vitales (nacimientos, muertes, etc). Naciones Unidas, recién creada, asumió promover tales estadísticas en todo el mundo.
Una herramienta fundamental fueron los famosos Manuales de Naciones Unidas. Con ellos, los servicios estadísticos de cualquier país podían disponer de «guías» para hacer un Censo o construir indicadores de mortalidad y, de paso, aseguraban la comparabilidad internacional de los datos resultantes.
Pero las estadísticas modernas siguen sin tener alcance universal, a menudo son incompletas o de la mala calidad y también puede que nos interese estudiar etapas históricas en las que todavía no existían. Entonces son muy útiles los llamados «Métodos Indirectos de Estimación» .